jueves, 25 de septiembre de 2008

Mix tapes

A día de hoy, el cd (formato al que no le auguro larga vida) se ha cargado esos cassettes que los americanos llaman mix tapes. Es lo que nosotros conocíamos como cintas de varios o mezcladitos . Como lo que ponen en los bares con las cañas, donde hay pipas, kikos, garbanzos y una serie de cosas que no consigo situar muy bien en el mundo del fruto seco. Y esas cintas eran iguales, siempre acababa rebuscando entre el montón para encontrar los kikos.

El caso, que me voy por las ramas, es que esos cassettes eran los típicos que se hacían para ligar. Y si te regalaban uno, en mi caso pocos, intentabas escuchar todas las canciones para ver si contenían un mensaje secreto. Tipo me gustas mucho, quieres salir conmigo, te quiero o eres la mujer/hombre de mi vida. Así que se acababan rayando de tanto darles la vuelta, o de rebobinarlas con un boli bic para no gastar las pilas del walkman.

Han salido bastantes libros sobre este fenómeno, al que nadie le hizo ni caso nunca, y que ahora todos reivindicamos. El libro más famoso de todos es uno que editó Thurston Moore de Sonic Youth, y claro, si uno de Sonic Youth saca un libro sobre mix tapes, todo el mundo decide que es super molón, y nos entra una especie de nostalgia, y rebuscamos en los armarios de casa de nuestros padres para ver que cintas de varios tenemos.

Pues, mi madre, lo tira todo. Le da miedo que mi hermano o yo tengamos o se nos pueda contagiar el mal de Diógenes que corre por las venas de mi familia paterna. Y cada X tiempo le daba por hacer meticulosas limpiezas de armarios y estanterías. Parecía una limpieza de primavera de sitcom americana. La ropa, había que meterla en bolsas y llevarla a la casa de la caridad. Los apuntes, papeles y todo aquello susceptible de amontonarse iba derechito a la basura. Y las cintas cogían polvo y también eran objetos que donde mejor estaban, era en el contenedor.

Los discos conseguimos salvarlos camuflados entre la colección de vinilos de música clásica y jazz de mi padre. Pero cintas ni una ni media.

Y además, sinceramente, creo que nunca hice ni una sola cinta de varios. Pude intentarlo, seguro. Sentarme a escuchar cds y vinilos y ver que grabar, pero con lo inconstante que soy, imposible acabar una cinta, ni de noventa ni de sesenta. Como mucho, pude coger una cinta de noventa TDK (para nada chromo, que eran demasiado caras) y grabar un disco por una cara, y otro por otra. Y de relleno un ep de alguna banda valenciana que nunca hizo nada más que grabar dos singles y ese ep.

Y me hace gracia que ahora el mundo gafapasta, se acuerde de todo aquello que grabaron, cuando me juego la mano a que ellos, como yo, no grabaron nunca una de esas cassettes. Y además recuerdo que todos renegabamos de ese formato, y nos pasamos al CD que sonaba mucho mejor.
Pero es igual, hoy voy a hacer el esfuerzo de grabar una cinta de varios.

2 comentarios:

José Ramón Grela dijo...

Yo grabe unas cuantas bastantes mixtapes. Es lo que tenia ser el unico "medio indie" de la pandilla, que si querias que la peña te acompañara a bares y conciertos tenias que presionarles.
Y si, para ligar también hice unos cuantos. Pero los que me hicieron a mi siempre me parecian una mierda...

Quique dijo...

yo tengo en el trastero varias cajas con cintas de varios(tdk 90, no podian ser otras) y jamas las tirare ¡eso sobre mi cadaver! las suelo reescuchar para ver que mal gusto tenia, llevarme algun sorpreson recordando canciones y no...yo no las grababa para ligar...no me hacia falta ese recurso XD